La idea de hacer OPUESTOS EN VIAJE nace del guión de otra película que he estado trabajando hace varios años llamada EL SILLÓN.
En sus orígenes se buscaba develar que es lo que ocurre al interior de una casa, sin que nadie del exterior sepa que está pasando algo. Hay que entender que en la intimidad del hogar se produce un nuevo universo, donde existen otros patrones de poder, y la forma de relacionarse se torna ambigua. Es en ese lugar donde ocurren los actos más complejos de las relaciones humanas, sobre todo a la hora de la convivencia.
En torno a esa idea surgió EL SILLÓN, que después desde el mismo concepto evolucionó a OPUESTOS EN VIAJE y cuando logré tener una idea más clara de lo que quería todo fue surgiendo de manera increíblemente fluida.
Con la integración de Rolando Rebolledo, co-guionista y co-productor, al trabajo de escritura, el guión se comenzó a gestar más rápido y desde ahí trabajé el imaginario, con referencias a un cine más naturalista, sin muchos diálogos y con imágenes de gran fetiche erótico, que tiene que ver con mis fijaciones visuales actuales.
Creo que directores más radicales, como Gaspar Noe –Irreversible- y Jim Jarmurch –Flores Rotas-, han aportado e influido en mi visión de cine y es a partir de esa preponderancia dramatúrgica, que me interesó realizar una película voyerista, compleja en la relación de pareja que enfrentan Claudio y Claudia, los protagonistas de esta historia.
Con respecto a la historia misma, esta se trata de la vida de Claudio y Claudia, una pareja con una existencia rutinaria y aburrida en la cual ambos ya no se soportan y la comunicación entre ellos es mínima.
Claudio está obsesionado con tener su propia empresa y para lograr su meta es capaz de todo, inclusive de regalar a Claudia por un fin de semana a su jefe. Este, a cambio, le dará el préstamo para realizar su sueño de colocar su propia empresa de bombillas para beber líquidos.
Claudia acepta y se va con el jefe de Claudio, llamado Roberto, a Buenos Aires por un fin de semana. Esto tensa la relación entre de los protagonistas, llevándola a un juego perverso de poder, sexo y bombillas.
